Pareciendo decir adiós a sus nietos, Gudrun Burwitz tiene el aspecto de una mujer dispuesta a vivir el resto de sus días en paz y tranquilidad.
En cambio, la hija de 81 años de edad, de Heinrich Himmler todavía funciona a un ritmo implacable para mantener la llama nazi viva.
Sra. Burwitz siempre ha alimentado la memoria de su padre, creyendo que el hombre que dirigía la Gestapo, las SS y el programa de exterminio que asesinaron a miles de personas, era bueno y digno.
Y a pesar de su avanzada edad, ella sigue ayudando a los remanentes del régimen nazi para evadir la justicia.
Como la figura principal de apoyo en el oscuro y siniestro grupo "Stille Hilfe" - (Ayuda silenciosa) - que ayuda a brindar ayuda financiera y socorrer a los que siguen en libertad.
Se dice que fue formada en 1951 por una camarilla de oficiales de alto rango de las SS y de la derecha del clero en Alemania, "existe para proporcionar discreta pero activa asistencia a quienes perdieron su libertad durante o después de la guerra por la captura, el internamiento o similares circunstancia y que necesitan ayuda el día de hoy ".
Ahora está en manos de la señora Burwitz. Y su trabajo ha dado un giro aún más siniestro. Se ha convertido en la abuela a una nueva generación de mujeres nazis de la derecha radical.


Estos discípulos de Hitler llevan la vestimenta tradicional falda acampanada de Baviera y su cabello en trenzas.
Andrea Roepke, un experto en la señora Burwitz, dijo: "La ayuda silenciosa no sólo es sobre los ex nacionalsocialistas, tambien es para recaudal dinero para el movimiento neo-nazi. "

Sra. Burwitz, que vive en Munich con su marido, está luchando para mantener a Klaas Carel Faber, de 89 años, en alemania y no sea extraditado a su país.


El holandés que sirvio a las SS en Holanda, donde asesinaron Judios indefensos a sangre fría.
Y su último cliente es Soren Kamm, un oficial de las SS danés buscado en su país por asesinato en tiempos de guerra.
Kamm, 90 años, es buscado en relación con varios asesinatos, incluyendo la ejecución del director de periódico Carl Henrik Clemmensen en Copenhague.
En 1946, un tribunal danés condenó a uno de los socios de Kamm, Flemming Helweg-Larsen, a muerte por mismo caso y citando el material de las mismas pruebas.
Helweg-Larsen fue ejecutado ese mismo año.
Alemania se ha negado a actuar en una orden de extradición de la UE a pesar de Kamm ha admitido su culpabilidad en una entrevista televisiva.
Sra. Burwitz, la 'princesa del nazismo ", como un historiador la llamó, vive en una casita en las afueras de Munich de Fürstenried con su marido Wolf-Dieter.
"Yo nunca hablo de mi trabajo", dijo al diario Mail. "Yo sólo hago lo que puedo cuando puedo."